El corazón no es más que un músculo que bombea sangre, pero por algún motivo siempre se le ha relacionado con el ámbito de las emociones. Continuemos con esta metáfora entonces...
Como parte del organismo, está sujeto al desgaste. Y como símbolo de los sentimientos, también.
Solución: cuídalo. Sólo hay uno. Decía Nietzsche que lo que no mata hace más fuerte. Pero creo que con el corazón hay que llevar una política diferente.
Como decía el vecino pintor de Amélie, uno debe cuidar su corazón... Porque si no, se endurece y se vuelve quebradizo, como los huesos de cristal.