Alexandra Kollontai fue una socialista rusa nacida en San Petersburgo en 1872. Participó en la Revolución Rusa y formó parte del gobierno de Lenin como Comisaria del Pueblo para la Asistencia Pública". Para Kollontai, un orden más justo requería un profundo cambio en hombres y mujeres. El siguiente fragmento está extraído de "La nueva moral sexual":
El matrimonio legal tiene en su base dos principios que lo envenenan y que afectan de igual forma a varones y mujeres. Estos principios son la indisolubilidad del matrimonio y la idea de propiedad respecto al cónyuge. La indisolubilidad del matrimonio que "se funda en la idea contraria a toda ciencia psicológica de la invariabilidad de la psicología humana en el curso de la vida" (29), impide que el alma humana se enriquezca con otras relaciones amorosas. Esto es tanto más grave en tanto que, como señalara Meisel Hess, "un corazón sano y rico capaz de amar, no es un pedazo de pan que mengüe a medida que nos lo comemos". Por el contrario, el amor es una fuerza creadora, que aumenta a medida que se prodiga. Por otro lado, el matrimonio legal se muestra capaz de estrangular la relación más apasionada. La idea de propiedad respecto al otro lleva a estrechar la vida en común hasta tal punto que "hasta el amor más ardiente se convierte en indiferencia". Y tampoco enriquece el alma humana en cuanto que no requiere "sino pocos esfuerzos psíquicos para conservar al compañero de vida, ligado por cadenas externas".