domingo, 20 de mayo de 2007

Aya-tolais


¿Es lícito querer cambiar el estilo de vida de alguien? Por la gran cantidad de gente dedicada a hacer proselitismo de su religión o filosofía parece que si.

A mí no me importan demasiado las creencias de los demás, mientras sean capaces de ver los fallos y debilidades de su propio credo. Me parece muy sana esa capacidad de autocrítica, que a veces nos falta a más de uno.


Por eso me he sentido molesto cada vez que me han intentado ganar para una religión. Me han dado la charla los testigos de jehová, los mormones, un musulmán, una señora de una iglesia latinoamericana bastante rara y un gnóstico extraño que estaba un poco loco.
A todos les hice la misma prueba, una bastante sencilla. Simplemente, les pedí que me dijeran tres cosas malas acerca de su religión, ninguno me contesto. En ese momento, procuro acabar la conversación. Alguienque no es capaz de responder a algo tan simple, una persona que no tiene una capacidad de autocrítica tan básica, no va a convencerme a mi de las bondades de su credo. Antes quiero saber que tiene de malo.
Por suerte, no me he encontrado con ningún misionero agresivo, cuando he querido terminar la conversación tan solo han sido necesarias unas pocas palabras bien escogidas, aunque un amigo mio me contó que una vez en un viaje en autobús se le sentó un misionero mormón al lado y que tuvo que terminar levantándose y cambiándose de asiento...dos veces! en una parada que hicieron en jaén, al volver a subir al autobús, se cambió de asiento porque no quería seguir tratando con aquel tipo. A los 15 minutos se le volvió a sentar al lado. En fín, su tenacidad resulta a la vez estúpida y admirable.
A mí me dió lástima la historia, los misioneros mormones suelen ser tipos de diecimuchos o veintipocos, ansiosos por ascender en el escalafón de una iglesia que controla todos los aspectos de la vida de su comunidad. Pobre tipo en realidad, pero no por eso me uniría a su secta.
Esas personas, pese a su pesadez no son tan peligrosas, si uno tiene las cosas claras, puede desmontar sus argumentos con facilidad. El problema son aquellos que quieren expandir su religión a base de sangre (preferetemente la de otros que nos ean ellos). Uno siempre puede discutir con una persona pacífica, pero contra un violento no es tan fácil, espero no encontrarme con ninguno, aunque el mundo esta lleno de aya-tolais.
Un saludo
Audio: "Saglaten" Hedningarna
Imagen: caricatura de jomeini, sacada de google imágenes

1 comentario:

Letichan dijo...

Yo ahora mismo lo que llevo mal es que me inunden el centro de Sevilla con las malditas carretas del Rocío. Esos no tratan de convencerte, directamente te imponen que tengas que soportar todo el por saco que dan en honor de la blanca paloma o no sé qué bicho. Si por mí fuera...